El político es un rebelde: una persona que no se resigna ante un orden que se presenta injusto y agobiante, y que se propone cambiarlo. Actúa sobre la realidad y lo hace alentado por una idea de orden y justicia.
No hay mucho que filosofar ni demasiado que discutir. Este es un espacio que, poco a poco, hora a hora, y casa por casa, se va a ir gestando. Tras una consigna muy simple en su enunciación pero muy profunda en su significado: Devolver los ideales y el espacio que los jóvenes necesitan.
La política no se hace para que la pase mejor el dirigente sino para que esté mejor la gente.
Cuando uno tiene 20 ó 30 años, se cansa menos, y esto uno lo sabe porque todos los que formamos este espacio oscilamos entre esas edades. Además, hay ideales, y cuando uno tiene ideales puede mover el mundo a partir de eso.
Cuentan los viejos dirigentes que cuando iban a Buenos Aires a hacer una gestión y se encontraban con un funcionario de cuarto rango, éste se paraba arriba de un pedestal, haciéndolos sentir como gusanos, pero que cuando les tocó estar frente al General Perón, a los dos minutos de estar hablado él los hizo sentir como a un igual. La humildad es cosa de los grandes. Los enanos mentales, los pequeños, no pueden ser humildes. Tienen que protegerse: por ser inferiores, por su propia inseguridad.
Nosotros, por el contrario, es desde la humildad desde donde queremos construir este espacio, haciendo sentir a todos los compañeros como a un igual, en un trato de igual a igual.
La JP tiene que ser como una familia: como cuando escondían a los compañeros perseguidos, o como cuando iban a visitarlos a las cárceles. Volver a preparar los homenajes a Eva, como si fuera el cumpleaños de su hijo preferido.
Parecía que en nuestro país estaba prohibido ser peronista y fue, en nombre de ese "pragmatismo", que muchos compañeros, muchos dirigentes, empezaron a cambiar de estilo de vida. A muchos les pasó como a aquel personaje de la chacarera del Chango Rodríguez, que de tanto andar entre estudiantes se hizo "dotor": muchos peronistas, de tanto andar entre liberales, se hicieron gorilas.
Desde nuestro espacio vamos a hacer lo imposible, vamos a gastar las suelas de las zapatillas, viendo y resolviendo las realidades de la gente, sin esperar a que nos golpeen las puertas de las oficinas.
Por César Gigli, Secretario de Prensa y Cultura
JP - Departamental Rosario
jpdepartamentalrosario@gmail.com
miércoles, 6 de agosto de 2008
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